Todo el mundo habla del suceso ocurrido en París y lo
califican de barbarie, de horrible y, lo más escuchado, no democrático. Qué curioso que los medios
que lo están condenando en España son los primeros que han descalificado algún
acto de libertad de expresión por considerarlo “exagerado” o “falta de respeto”.
Qué curioso que nuestro gobierno, tan moderno y abierto, haya denunciado un sketch
humorístico que les mancha, que saca a relucir en forma de humor lo que todxs
pensamos. Es más curioso aún que quieran implantar una ley “de seguridad
ciudadana” que otra cosa no pero libertad de expresión corta por todos lados. ¿Acaso
eso es democracia?
No puedo encontrar ahora mismo un mejor ejemplo de lo que está
ocurriendo en el mundo y en nuestro país. Nos quieren silenciar, quieren que
seamos borregos lo menos críticos posible y, sin embargo, nos hacen creer que
los que nos quitan la libertad de expresión son otros. Bien, no quiero ni mucho
menos decir que el suceso en París no es algo horroroso. Atentar contra las
vidas de personas es totalmente lamentable y nunca será el camino. Y más cuando
se trata de un atentado contra el humor y sí, la libertad de expresión. Pero
que no nos la cuelen, si aclamamos libertad de expresión que se aplique igual
para todo y en todos los aspectos, no sólo en los que les interesan.
Y que no aprovechen este suceso para quitarnos de la cabeza
otras cosas que siguen ocurriendo hoy en día en el mundo. Como crímenes en
Libia, Siria o Yemen apoyados nada más y nada menos por países tan ´libres` como
EEUU y todos los pertenecientes a la OTAN.
Además, van a aprovechar este suceso para descalificar aún
más si cabe la inmigración en los países occidentales. La libertad de expresión
es muy importante sí, excepto cuando se trata del petróleo, la religión no
musulmana o pasar unas fronteras.