miércoles, 11 de septiembre de 2019

Nada como


No hay nada como
saborear las gotas de lluvia
que se cuelan entre el pelo
Cuando los pasos son
tan lentos como
la decisión de volver.

Nada como gritar
¡buenos días mundo!
Con la ventana de par en par.
No hay nada como observar
las manecillas del viejo reloj
que anuncia que ayer ya fue
y que ahora está siendo.

Nada como tomar prestada
una sonrisa que alguien
olvidó en el vagón del tren.
Reconocernos
en nuestro propio reflejo.

No hay nada como pisar
la hierba húmeda,
mojarse la cara,
sentir el aire despertar,
echarle una carrera al destino,
reír a carcajadas,
volver a ser niñas.

No hay nada como
saborear las gotas de lluvia,
tristeza del cielo.

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